Somos Betopaz una empresa familiar que inició hace 20 años.  

Toda mi familia está involucrada en los procesos. Mis hijos hacen parte de la empresa. El nombre Betopaz es por mi hijo Alberto y mi hija María Paz. Creo que soy la mujer más privilegiada y la mamá más feliz del mundo por poder trabajar y pintar al lado de mi hija, no todo el mundo tiene esa oportunidad y más pensando que ella puede seguir con la tradición de un trabajo y darle continuidad a la empresa. Para mi es muy importante que mis hijos en este momento ya se sientan involucrados y siendo partícipes de un trabajo que se hace a diario, cada uno desde su perspectiva de vida.

María Paz siendo una persona tan joven es una muestra de cómo las nuevas generaciones pueden recibir ese bagaje tanto de historia como de tradiciones para el caso de las artesanías y poderlo proyectar al mundo. No es fácil llevar la imagen de un país de manera creativa e innovadora y creo que en este momento Betopaz, y más que todo María Paz que es la nueva artista, lo está logrando.

Acerca de las piezas

Soy de formación historiadora, y por muchos años mi tema de investigación fueron las mujeres negras esclavas en la Nueva Granada, específicamente las Palenqueras. Betopaz es traer todo lo que es mi trabajo como historiadora a la pintura. 

La palenquera es lo más representativo que tenemos en la costa atlántica y son aquellas mujeres negras que salían del palenque de San Basilio a vender las frutas a la ciudad de Cartagena. 

Nuestra fortaleza es la fuerza del color, queremos llevar la imagen de una Colombia diversa, donde hay una representación de muchas culturas.

Iniciamos con libretas pintadas a manos sobre cartón, en ellas colocamos dibujos relacionados con el café y con mujeres palenqueras. A partir de allí fuimos creciendo e incorporando nuevos elementos, del cartón pasamos a la madera y en este momento trabajamos con aluminio, siempre colocando en ellos una fortaleza en el color, en diseños únicos y representativos de Colombia como los trazos étnicos que siempre encontrarán en cada uno de los productos.

El colombiano es como cada una de nuestras piezas, lleno de alegría, de ilusiones, de esperanzas. Eso es Colombia.

Colombia es un país diverso, acá encontramos muchas culturas y eso es lo que buscamos, mostrar la belleza de nuestra naturaleza, de nuestra gente y toda esa fortaleza que nos identifica. 

Sabemos que las personas no solamente tienen una pieza que para nosotros implica un esfuerzo grande de llevar una Colombia bella, sino que también está mostrando a un país que por mucho tiempo ha sufrido mucho pero que quiere cambiar su imagen ante el mundo. Queremos que vean que Colombia es un país bello, lleno de gente trabajadora, es un país muy emprendedor con productos que los artesanos colombianos podemos ofrecer. 

Ser parte de CLA es estar conectados 

a través de lo que nos une.

Ser parte de CLA es sentirse uno apoyado y es sentirse también integrado a los demás países, muchas veces los artesanos nos sentimos solos, trabajar pintando encima de una mesa con sus dibujos, pero cuando tu tienes la posibilidad de compartir con los otros, no solamente recibes un mensaje de cariño en muchos momentos, si no también sabes que hay una empresa detrás que te está apoyando.