Me enamore de la madera en algún momento de mi vida. He encontrado una pasión muy grande hacia la madera. Siempre cuando hablo con las personas me gusta decirles que para mí la mayor inspiración en mi trabajo es la madera, no solamente por su belleza pero también porque me genera el reto de crear.

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En ese proceso de encontrarme conmigo mismo, me encontré con la linea de las raíces primeramente y ahí fui evolucionando. Es eso de irse encontrando uno con lo que verdaderamente lo apasiona.

Ahora puedo decir que mi proceso realmente empezó en la escultura cuando la madera me empezó a hablar. Creo que realmente ahí fue cuando me despertó esa pasión, cuando empece a sentir que la madera tenía mucho que decirme.

Se cuenta una historia, se cuenta la vivencia de uno. Cada obra que uno procesa, realmente tiene una historia que contar.

Con CLA me ha gustado integrar un principio, que es un principio de comunidad, donde las esculturas tienen una gran conexión con una historia, con un proceso de búsqueda, de producción y de la satisfacción final, que es cuando uno termina la pieza y alguien se la lleva.

Cada obra que uno procesa, realmente tiene una historia que contar. Y eso ha sido lo más bonito que yo percibo a través de CLA, que abren esa puerta para que de verdad la historia de uno se conozca alrededor del mundo.

Te lleva a hacer consciencia, te lleva a ver nuevas oportunidades, te lleva a ver que sos capaz de hacer mejores cosas y que estás respaldado. No es un proyecto al vacío, es un proyecto que te anima pero también te respalda.